Milky Dragon

Aunque ampliamente discutido en perfumería, el té inspiró a Isabelle Larignon y más particularmente al Milky Oolong, un té "azul" semioxidado apreciado por su nota láctea natural. La oportunidad de trabajar el lado gourmet descartando la vainilla o las notas pegajosas de caramelo y algodón de azúcar.

Sumergir la nariz en las hojas secas de este té es como sumergirse en el pelaje de un gato doméstico: es cálido, suave y seco. El olfato es delicioso como la leche en el fuego, reconfortante como una castaña apenas asada en otoño. Las notas de cumarinto, que recuerdan al heno secado por el verano pasado, rezuman como un consuelo. Cis-jasmone obliga, mezclando con el conjunto un ramo de flores blancas. En boca, este licor floral, cremoso y lácteo se enriquece con efectos frutales confitados: albaricoque, ciruela mirabel, higo…
Esto es todo lo que sentimos en Milky Dragon. Además del recuerdo de un jardín de té atrapado en la niebla del amanecer. La vegetación y la humedad se encuentran en el brillo del follaje verde perlado de rocío, tan brillante como el cuero lacado.